domingo, marzo 25, 2001

Suns

Estuve el miércoles pasado en el America West Arena, viendo el excitante partido entre los locales, Phoenix Suns y los Cleveland Cavaliers. Muy, pero muy emocionante.

El partido comenzaba a las 7:30pm, por lo que salí de clases directamente a cambiarme y bañarme. Monté mi bicicleta tan sólo hasta Downtown Tempe, sitio en dónde la estacioné y abordé la “yellow line” hasta Central Phoenix. Llegué al centro de la ciudad casi una hora después, a las seis y media.

En el centro, una pelota de basket inmensa y muchos letreros y banderas anunciaban el “GAME DAY”, indicando el camino hacia el coliseo.


El centro de Phoenix está muy bien organizado, existiendo una avenida dónde se congregan todos los estadios, uno al costado del otro. El coliseo cerrado de baloncesto es impresionante, monstruoso y gigantesco casi simulando un gran planetario.

En las afueras del estadio se congrega mucha gente alrededor de unas lindas porristas rubias que bailan y corean el nombre de los Suns. Estuve escabulléndome entre la multitud y los fanáticos un buen rato, buscando una puerta de entrada al recinto, la cual no encontré, por lo que decidí entrar al “Food court”. Recién ahí me di cuenta que la entrada para los peatones es dentro del centro comercial, dado que el 95% de la gente se moviliza en carro, y pues, el diseño del estadio contempló una magnífica playa de estacionamiento con capacidad para todos los vehículos de las personas sentadas. Me percaté que una multitud de gente entraba y salía del estadio, haciendo tiempo, comiendo y cantando antes del partido.

America West Arena – Phoenix Suns Home
En si, la cancha de basket es pequeña. Lo que hace al estadio gigantesco son los 3 niveles que tiene alrededor. El primero son las inmensas tribunas casi perpendiculares donde se sientan los espectadores. El segundo, detrás de las tribunas, son los food courts y tiendas, y el tercero son las playas de estacionamiento. Esto quiere decir que los arizonos pueden cuadrar su vehículo en el estadio, a exactamente 30 metros del sitio asignado en su entrada.

Al caminar por los pasadizos del estadio, uno puede sentirse como en el aeropuerto de Houston, es decir, en un laberinto de pasadizos, centros comerciales y gente. Transitando por los corredores, se pueden distinguir algunas caras conocidas, como la de Tom Selleck o la de Tom Petty.

Después de muchas vueltas llegué a mi sitio, faltando exactamente cuatro minutos para que comience el show. El sitio era un poco alto, pero la vista es alucinante: tableros, propaganda electrónica y TVs por todos lados. Encima de la cancha existe un tremendo armatoste que, con muchísima luz, emite todas las estadísticas del partido, otros juegos simultáneos y publicidad.

Mi asiento era uno ubicado en la segunda hilera de la sección 201. En la primera fila, diez niños celebraban un cumpleaños, todos con coronas, con polos número 32 de Jason Kidd y con mucha comida grasosa en sus faldas y manos. La mamá repartía, con su mano derecha, más pizzas entre los niños mientras tomaba y sostenía una cerveza con la izquierda. Muy americano, pero a la vez, diferente e interesante. Un vendedor de cerveza gritaba muy fuerte, con un acento sureño marcado, desde el pasadizo: “Bud-light...you know you want one!”

Jason Kidd es un extraordinario jugador de los Suns y también publicidad principal del baloncesto en Phoenix. En los paneles, los letreros anuncian mensajes como “Are you Kidding me?”, o “Kidd’s Revenge”, que entusiasman e impacientan más a los niños quienes no pueden esperar para ver a su ídolo.

Faltando 10 segundos, contados al estilo de un lanzamiento de un cohete de la NASA, las luces se apagan, y el público comienza a emocionarse haciendo efectos sonoros. En ese momento se percibe una magia especial que hizo erizar mi piel. La cuenta cero vino acompañada, sorprendentemente, de fuegos artificiales en medio de la arena del coliseo cerrado. Comenzaron entonces a salir los jugadores, uno por uno y aplaudidos todos, en especial el ídolo máximo de todo Arizona, Jason Kidd. Era un espectáculo muy bonito hasta que una linda chica, con una terrible voz, comenzó a cantar el himno de los United States, malogrando el espectáculo.

Partido
El partido fue emocionante de principio a fin y el tiempo pasó sin siquiera darme cuenta. En cada uno de los intermedios se habían preparados juegos y actividades con el público como un trivia, una carrera de perros, acróbatas haciendo piruetas en los aros, las chicas Sun bailando coreografías, entre otros.

El primer cuarto fue fácil para los Suns, por lo que pudieron sacar una ventaja apreciable que se mantuvo hasta llegar al último cuarto, en dónde comenzaron a tener problemas y los “Cavs” se pusieron a sólo un punto de diferencia. El estadio completo se puso de pie a gritar por los Suns y por los altoparlantes comenzaron a sonar las notas del “We will rock you”, cantado por todo el estadio en perfecta entonación. La energía, el movimiento, el temblor y la afición daban la impresión que el estadio se moviera. En ese momento, Jason Kidd pareció recibir la energía arizona e hizo 8 puntos seguidos, necesarios para una victoria de los locales. El estadio literalmente, se derrumbaba a pedazos, emocionando a propios y extraños. Al final, los Suns ganaron por nueve puntos de ventaja y los niños se abrazaron, gritaron y felicitaron al momento del timbre final.

Al ojear mi reloj, me percaté que el partido terminó como a las 10pm. Al salir, entré en una de las tiendas de souvenirs dentro del estadio y, por supuesto invertí en un polo y un llavero de los Suns.

Mi sorpresa y susto brotaron cuando salí a la calle, dado que las 25,000 personas del estadio desaparecieron en el acto, y en el centro de la ciudad existía solamente una desolación total, sin carros, sin buses, sin personas, sin almas, sin taxis, sin nada. Todos los fanáticos ya se habían ido a sus casas montando sus modernos carros, los cuales estaban estacionados, muy cerca a ellos en el estadio.

Central Phoenix es un sitio exclusivamente para comercios y oficinas, por lo que un miércoles a las diez de la noche es una zona muy oscura, triste y abandonada. Me pareció algo muy extraño que me hizo sentir como Bruce Willis en el inicio de la película “12 monos”. Deambulé una media hora, pero solo pasaron dos vehículos por lo que tuve que llamar a un taxi desde una cabina y regresar a Tempe muy impresionado. Día agitado, isn’t it?


JC Magot 2001

domingo, marzo 18, 2001

Texas

Estoy de nuevo en Phoenix desde el viernes, después de una semana de vacaciones por Spring Break en Texas. El sábado estuvimos en downtown Phoenix, celebrando muy divertidamente St. Patricks day, junto a mucha gente vestida de verde, bailando música country en medio de la pista.

Un gran problema es adaptarse a los horarios arizonos, dado que la juerga comienza a las 7pm y acaba a la 1am. Nosotros llegamos el sábado al centro a las 11pm, después de una hora de manejo desde Tempe, y todo el mundo ya estaba ebrio. Entramos a un pub, tomamos una cervezas irlandesas, bailamos algo de country, y faltando 5mins para la 1am nos pidieron muy amablemente que abandonáramos el local pues ya iban a cerrar. Por ley, los bares de Arizona no pueden vender alcohol después de la 1am, y como no es rentable, cierran.

Texas
El viaje a Texas fue inolvidable, y lo mejor es que hicimos todo el recorrido desde Phoenix en carro. Rentamos un Ford Taurus azul, lindo, muy cómodo y nos recorrimos las 20 horas de manejo hasta Austin. Fue una experiencia diferente y muy divertida.

Teníamos programado salir el sábado a las 9am, pero como buenos peruanos, salimos a las 2pm. El carro estaba full, lleno de papitas, plátanos, agua, manzanas, doritos, sándwichs, y otras cosas que hasta ahora no descubro que son.

La ruta que tomamos fue la 10 y pasamos por las siguientes ciudades:

Tucson, Arizona
La ciudad de Tucson es una muy parecida a Phoenix, pero más pequeña. Me dije, acá tengo que parar de hecho y por lo menos tomar una foto, recordando la canción Get Back (Jo jo left his home in Tucson, Arizona...for some California grass). Le dije al grupo que si no parábamos en Tucson iba a ir cantando hasta Austin. Por supuesto que paramos.

Lordsburg, Arizona
Paramos a desaguar en el pequeño, rural pero "charming" pueblo de Lordsburg.

Silver City, New Mexico
La noche nos agarró y pensábamos llegar hasta El Paso para dormir, pero, gracias a un error de brújula de nuestro conductor de turno, terminamos en esta linda ciudad. Silver City es una ciudad recontra western, en pleno New Mexico, dónde todo es estilo cowboy. Valió la pena el desvío. En la noche fuimos a un bar muy cowboy en donde nos entretuvimos mucho.

Las Cruces, New Mexico
Salimos de Silver City a las 9am y continuamos ruta hacia Austin. Paramos en Las Cruces a estirar las patas y cambiar de conductor, por lo que yo tomé el volante. Lo más bonito que pudimos ver en Las Cruces es la buena infraestructura de la New Mexico State University. También vi por primera vez un correcaminos, sobre el cual yo pensaba era sólo un personaje de tv, pero es en realidad un animal, y es el símbolo de New Mexico. Es un pajarraco horrible que chilla y para corriendo por la pista.

El Paso / Ciudad Juarez, Texas - México
Llegamos a El Paso a la hora de almuerzo y, muertos de hambre, nos perdimos por la gigantesca ciudad.

El Paso ha crecido tanto que ahora está unida a la ciudad mexicana Ciudad Juarez. Este conglomerado de ciudades es enorme. Paramos en un buen restaurante chino ubicado en la cima de un monte, desde dónde se podía ver toda la ilimitada ciudad.

Fort Stockton - Texas
Pasamos por Fort Stockton y llenamos el tanque de gasolina en los populares Texaco station de Texas. Esta fue nuestra última parada antes de llegar a Austin.

Austin, Texas
La llegada a Austin fue maravillosa. Se respira mucho verdor, se observan autopistas muy altas y cruzadas por todas partes y me llamó mucho la atención un letrero que decía "Littering is (unl)AWFUL". Excelente el letrero. Me encantó.

Austin es una ciudad que parece europea. Muy clásica, muy culta, se respira otro aire. Caminar por el centro de Austin puede pasar como si estuvieras paseando por Londres o París. El Capitolio es imponente, al igual que las contrucciones. Llegamos muy cansando al departamento, pero la gente que nos esperaba igual nos sacó a pasear.

Hooters
El primer sitio dónde nos llevaron fue al Hooters, sitio donde se comen alitas de pollo y en donde las meseras son muy bien seleccionadas por ser bastante atentas, "despachadas" y por usar exuberantes minifaldas. Por supuesto que a todo el mundo se le quitó el sueño en el acto. Una cosa curiosa es que la mesa donde nos sentamos tenía la forma del estado de Texas - pretty cool, isn't it?


Los días que siguieron fuimos a muchos sitios en Austin y en San Antonio. Sitios como:

Gateway Cinema
Perdidos en Austin llegamos hasta un cinema y pues, decidimos entrar. Vimos Hannibal (dizque El Silencio de los Inocentes II), pero salí recontra estresado ¡Qué película!. Una cosa curiosa es que en la película salían imágenes de Austin, y pues, pensaba internamente: ¡Hey!, ¡Ahí estuve en la mañana!

6th Street
Las noches las pasábamos en la sexta avenida de Austin. En Texas hay otras leyes que en Arizona, por lo que el alcohol se vende hasta más tarde. En la concurrida sexta avenida se concentra toda la juerga de Austin. Hay discotecas, pizzerías, restaurantes, pubs, bares, etc. Todas las noches hay gente de todo tipo bailando en la calle o comienzo pizza. Fuimos a varias pizzerías y al Maggie Mae

Magie Mae
Cuando entramos al Maggie Mae estaba tocando una banda muy extraña. Un señor mayor, vestido de terno blanco y corbata blanca, con el pelo pintado de amarillo totalmente parado, gritaba una canción. La batería, muy parecido al guitarrista de Blur, parecía tocar otra canción. Incluida en la banda, una chica linda, vestida de noche, tocaba una guitarra y cantaba una ópera muy aguda. Fue un recital insólito, pero muy divertido.

Después se presentó una banda electrónica, la cual tenía absolutamente todo electrónico; fue muy "cool" tratar de bailar en medio de la gente al compás de esta banda.

City of San Antonio, Texas
La ciudad de San Antonio, junto con la de San Diego, tiene la fama de ser las ciudades más bellas de los Estados Unidos. Y no se equivocan. El río, los botes, las construcciones, la verdad es que es muy bonito.

6Flags, San Antonio Fiesta
Un punto crucial en el viaje a Texas fue el parque de diversión 6-Flags en San Antonio.

El parque es uno que alberga muchas montañas rusas. Existen en él, más de veinte "rollercoasters" enormes: Superman, Joker, Rattler, Poltergeist, Elevator, Castle, etc. Llegamos al parque a las 8am y tuvimos mala suerte, dado que nos agarró una ducha terrible; pero a eso de las 12 salió el clima mejoró y el sol nos secó. Recién ahí pudimos salir de la cafetería y aprovechar el parque y los cuarenta dólares invertidos.

Hasta el momento me extraño de mi mismo, dado que tuve la locura de subir a cada uno de esos aparatos mecánico. El primero fue el "Rattler", de impresionante magnitud, incluso más grande y alta que el cerro próximo. El "Elevator" me subió a una altitud de 300 metros en casi 4 segundos. La "Poltergeist", muy veloz, me dejó mareado. La "Joker", de espaldas. La "Superman" y sus 3000 vueltas, etc, etc.

Me acuerdo que la única en la cuál hubo cola para entrar era la "Joker", dado que la estaban limpiando porque mucha gente había vomitado. Fue una experiencia muy movida, pero al final por inercia me acostumbré y divertí con las montañas. Al regresar me di cuenta que había perdido mucho estrés, al no poder abrir los ojos en nuestro arribo a Austin.

El Departamento
El departamento donde nos quedamos, frente del lago Austin, estuvo bien. El problema era que, como éramos cuatro patas y solamente nos acompañó una chica, tuvimos que respetar al Sr. Carreño y cederle la única cama existente a Kathia. Los cuatro mangansones tuvimos que dormir los tres días en la sala, en la comodidad de una alfombra persa.

Food
Texas es un sitio en donde abunda la grasa. En todos los sitios hay carne o "briscket", que hasta ahora no sé que es, pero sólo de vista se nota que tiene un montón de grasa. El punto es que dentro de un rato voy al gimnasio para tratar de evaporar los litros de grasa que recibí en Texas.

La experiencia en Austin y San Antonio, y en general en el desierto americano muy bacán. Realmente toda una experiencia. Al regresar a Phoenix pasamos por estos lugares también:

Friedsburg, Texas
Existe un pueblo alemán en el desierto central de Texas llama Friedsburg. Todo es alemán ahí, y todo es muy ordenado, limpio y muy bonito. Almorzamos comida alemana en un German-American Restaurant, incluyendo el magnífico Apple Struddle, el cual me hizo recordar a la película "The Sound of Music".

Mason, Texas
Cuando se suponía que deberíamos llegar a El Paso, nos dimos cuenta que estábamos en otro sitio. Un letrero decía "Visit Historic Mason", por lo que nos helamos en el acto. En ese momento agarré yo el volante hasta Tucson.

Somewhere in New Mexico
Quería ir a Roswell, New Mexico, para ver lo de los extraterrestres y todo eso, pero quedaba muy lejos y ahora si no convencí al grupo. Lo que sí vimos en el camino fue un aparente ovni, al cual le tomé varias fotos. Veremos que sale cuando las revele.


En sí, este encantador viaje me ha hecho ver lo lindo que puede ser este planeta si la gente cuida el entorno donde vive. Me ha hecho pensar mucho en mi mismo, en la manera de ver las cosas y el mundo en sí. Manejar a elevadas horas de la noche por una carretera de Nuevo México es una sensación que nunca antes la había experimentado, es algo como...magia?

JC Magot 2001